30 de novembre del 2007

A la deriva

Botella con flor, y en su interior carta de amor a la deriva
Despacio navega movida por olas, vientos y mareas
A destinatario que llegue, eso espero, tu me leas
Hoy te cuento mi historia, mi ultima, yo muero, que ella viva.

Largos viajes he hecho de costa a costa en la mediterránea en mi vida
Contra pueblos y en guerras luché, salvaje guerrero
Que de experiencia creía no existir nada eterno
Malditos sean los hilos del destino, nunca pensé que mi puñal en mi corazón acabaría

Siendo ella nacida de tierras valencianas, quien la conoce, bendito sea su nombre
A la posada que fuimos y allí, mi amada
Relojes que se paran, yo me quedo en su mirada
Amaneceres de júbilo espartano, deseaba su amor, yo por ella, olvidaba ser hombre

Sin casa y sin dinero, ¿qué hacía? Ni con mil besos ella me amaría
Dulce pena, amarga tristeza, agria locura
Olvidarla impensable, de hablarle me preocupa
Viéndola en la lejanía, esto se acaba, es mi fin, ella no es mía

Zarpo, a otros mundos me dirijo. Echo esa mirada atrás, lo detesto
Recuerdos que no acaban, brotan y rebrotan
Con ellos en mi alma soy débil, así me matan
No, busco el punto que me falta, sigo vivo, pero yo, ya he muerto